Durante millones de años, los tiburones se han ganado una reputación de depredadores efectivos e impactantes. Los primeros humanos en encontrar a estos animales deben haber sentido asombro, miedo y fascinación, actitudes que se mantienen hasta la
fecha. Históricamente, hemos cazado tiburones, los hemos expuesto como trofeos y los hemos comido; recientemente tuvimos la posibilidad de saber lo vulnerables que son a nuestra presencia. A través de la conciencia cada vez mayor de que los tiburones en realidad necesitan nuestra protección, ha surgido un movimiento de conservación global.